Cerdos, peces y agua para café

Manifestación en defensa de los cenotes en Homún, Yucatán. (Foto: Pie de Página)

Escribir,
Yo sólo puedo escribir
No tomo la espada,
Empuño una pluma
Y sólo puedo escribir

Hueles a peces muertos,
Río contaminado dos veces
El rafting se detiene un momento
La muerte baja con la corriente
A lo lejos Jalcomulco,
Lloro por el agua
Y recuerdo el café de mi bello Coatepec.

Justicia, gritan las calles de Xalapa,
Ecocidio, podredumbre, dolor.
Ya no puedo más,
Bebo mi café, escribo.
Un político veracruzano
Toma una coca, firma un papel,
La mega empresa le roba la vida a otro río.

Y yo sólo puedo escribir,
Dejo la espada de mi novela
Me sujeto de la pluma
Y sólo puedo escribir,
Sólo puedo escribir.
Sólo puedo…

Huele a excremento de puerco
Y a pimienta.
Ocho detenidos,
Personas comunes,
Pobladores golpeados,
Exigen salud,
En el aire, en el agua,
Bajo tierra: mierda.
Lloro por los cenotes,
Cerdos vestidos de azul rompen la calma.

Justicia, salud, exigen las calles de Mérida,
Coches negros apagan vidas,
Desaparecen manifestantes.
Un político yucateco
Come lechón, estrecha una mano,
Grasa y sangre gotean,
Kekén se lleva la victoria.

Y yo sólo puedo escribir,
Sólo puedo escribir,
Escribir y beber café.
Busco una espada,
Suelto la pluma,
Levanto la voz, 
Lloro por el agua,
Lloro por los cenotes,
Por la vida.
Escondo la espada,
Miro la pluma,
Me oculto en mi cenote,
Me hundo en el agua para el café,
Me pierdo en las noticias
Y me pongo a escribir,
Escribo, escribo, ¡escribo!
Porque yo sólo puedo escribir.

Rios en Coatepec, Veracruz. (Fotos: Alejandro Beltran Cordero)


Contexto

En el transcurso de la misma semana de marzo del 2023 ocurrieron dos sucesos relacionados al medio ambiente que me tocaron profundamente. Uno en mi adorado Jalcomulco, lugar que visitaba constantemente cuando viví en Xico, cerca de Xalapa (capital de Veracruz); el segundo en Sitilpech, poblado yucateco cercano a mi actual lugar de residencia: Campeche.

El miércoles 16 de marzo del 2023 el río Los Pescados que pasa por el pueblo de Jalcomulco comenzó a oler muy feo, los peces aparecieron muertos, flotando en las aguas, los pobladores sabían que el ingenio Mahuixtlán y los beneficios del café eran los responsables.

Dos días después, en la madrugada el 18 de marzo del mismo año, elementos de policía agredieron, golpearon y reprimieron a un grupo de pobladores de Sitilpech que mantenían un campamento a modo de manifestación contra la granja porcina de Kekén, granja que maneja miles de cerdos y que contamina los ríos subterráneos y cenotes de la región y, por supuesto, el poblado de Sitilpech.

Cuatro días después, el 22 de marzo, en el marco del día mundial del agua la gente se reunió en el centro de Mérida, Yucatán para alzar la voz por los pobladores de Sitilpech agredidos. Durante la marcha que se había mantenido pacífica, un grupo de policías vestidos de civiles levantaron a varios manifestantes y los metieron en autos sin ningún tipo de identificación y sin placas.

La reunión de estos hechos en menos de una semana fue un fuerte impacto para mí, por lo que escribí este poema como forma de expresar lo que sentía y de la forma en que mejor sé hacerlo, escribiendo.

A continuación dejo varios enlaces de las noticias de esos días.

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